Ya llega fin de mes, y después de una dura jornada de trabajo -o no-, tu mayor intención es visitar el primer cajero que te encuentres para llenarte los bolsillos -que ahora están llenos, pero de polillas- de tu preciosa e hipervalorada paga. ¡Ay, caíste en desgracia, cuando te pusiste a escribir el número de cuenta y allí había, nada más ni nada menos, que 0€! ¡Estando a 28 ya! ¿Cómo es posible? ¡Maldito banco y maldito banquero, te dijiste! ¡Pero no! No es ni el banco ni el banquero. Aunque imagino que nunca te habrás pensado qué hace Rajoy al anochecer, cuando está libre y se aburre más que una mona. El presidente se convierte en un sospechoso hombre trajeado que deambula por los cajeros cuando cae la noche, con un maletín de color marrón, el cual va rebasado de unos más que misteriosos sobres blancos. ¿Qué contendrán dichos sobres? ¡Tu paga, claro está! Pero a pesar de que el pobre Rajoy se tira cada fin de mes corriendo por toda España -a la velocidad de la luz- intentando darte a tiempo tu dinero -para quedar bien ante todos-, si por alguna remota casualidad te topas con él e intentas decirle -o hacerle algo, no olvides que conserva muy bien el tipo, #IroniaON-, huirá con todos los sobres cargados de billetes que iba a entregar. Así que ten mucho cuidado si le ves y procura no asustarle, no vaya a ser que esta vez te quedes sin dinerito. Y si mientras dices ''¡ay señor, llévatelo pronto!'', te preguntas qué pasará con el dinero que se acaba de llevar, Rajoy te dará la respuesta mientras escapa:
-¡¡Pa las arcas, pa las arcas, que están muy vacías!!
