Un acto como el que realizó Valentino Rossi, piloto de MotoGP, debería ser tremendamente punible. Sin embargo, no se tiene en cuenta la gravedad de la patada que infirió este competidor a Marc Márquez, un compañero de profesión que pudo fallecer si las consecuencias de la caída hubieran derivado en un accidente fatal.
Rossi no sólo hizo esto, algo bastante habitual -por lo que se comenta- en su manera de competir. Llamó ''bastardo'' al español y también comenzó su iracundo diálogo con un 'buena carrera ¿eh?, preciosa''.
Su mito ha caído tan bajo como su persona.
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